Todo parece real,…, pero tras un segundo vistazo comprendemos que nada funcionaría en la realidad y que nos adentramos en un mundo perverso. Con sagacidad satírica y con una pincelada de melancolía, genera absurdos escenarios cuasi cotidianos, suficientemente alienados como para ser identificables, que nos inducen a confusiones entre nuestros apretados patrones de pensamiento. Y ahora sí, participamos de su sutil ironía y ácido humor.




















Kunert está interesado en la humanidad detrás de lo absurdo de la vida cotidiana. Sus escenografías ambientadas en los ´50, revelan pequeñas historias, perspectivas miniaturizadas de sí mismo a punto de estallar en cualquier momento, pero al mismo tiempo dotadas de un profundo encanto lúdico.
Takeshi Teraoka para L vs. J
Frank Kunert
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