Cuando Vogue Corea pidió a Kim Kyoungsoo, fotógrafo de moda de renombre, realizar una serie de retratos de la manera que reactualizaran el traje tradicional coreano (Hanbok), a la vez decidió realizar su serie “La historia de la Luna Llena”.
Sus modelos fueron elegantemente coordinadas con el uso de suntuosos Hanbok, sus fascinantes cortes de pelo y un perfecto maquillaje.
La serenidad, la poesía y la sutileza que emana de las fotografías fascinan y al instante sitúan al espectador en un estado contemplativo, casi místico.
Con esta serie el artista coreano Yendoo Jung consigue trasponer los dibujos de niños a un nuevo medio fotográfico. Dramatiza mediante una imaginativa escenografía la cosmogonía y el concepto de espacio y de gravedad de los niños. Mediante este delirante ejercicio produce trabajos coloristas de desbordante alegría. Son sólo una pequeña parte de la labor de Yendoo, que curiosamente comparte el apellido del fundador de la psicología analítica Carl Gustav Jung.
El dúo electro house “Make The Girl Dance” integrado por Greg Kozo y Pierre Mathieu escenifica en el video clip de su primer single, “Baby Baby Baby”, un tórrido paseo de tres modelos desnudas (Mathilde, Sarah y Marine) portando a relevos una radio karaoke a lo largo de la Rue Montorgueil de Paris, en un único plano secuencia, apoyado con travelling frontal.
“Todo acto trascendente cuesta la vida de quien lo realiza”.
Son palabras del visionario poeta de la imagen, José Val del Omar (Granada 1904 - Madrid 1982), que encajan a la perfección con su visión del cine como sublime fenómeno espiritual y que le condujo a la incomprensión y al olvido. Val de Omar es, sin duda un fenómeno único en la historia del cine español. Contemporáneo de Lorca, Renau, Cernuda y Zambrano, y formado en el marco de las vanguardias europeas, fue un representante de la Institución Libre de Enseñanza y de las Misiones Pedagógicas de la República Española.
Su genio creativo junto con su talento técnico y pedagógico hizo que se adelantara a su tiempo con una obra experimental de difícil clasificación. Su trabajo experimental indagó los vértices de un cine sensorial a la vez que introspectivo y místico lo que le acarreó el posterior confinamiento institucional.
En “Aguaespejo granadino” (1953-1955), Val del Omar explora la sensación de pérdida que le acompaño durante casi la totalidad de su vida, junto a un concepto de destino dotado de un fuerte carácter estético y sagrado.