Para los apasionados del collage, los que consideramos que constituye una de las estrategias más inteligentes y que con mayor desparpajo destripa y reconstruye las formas que adoptan las producciones humanas, dotándolas de una enigmática e irónica belleza, el trabajo de John Stezaker no puede dejarnos indiferentes.
La elaboración del collage, que consiste en ensamblar elementos diversos en una unidad, es una de las operaciones artísticas modernas de mayor transcendencia. El collage nos presenta una especie de suspensión de la revelación de la imagen entre las fuerzas opuestas de la simulación y la disimulación, entre la representación y la presencia. Utilizada por cubistas, futuristas, dadaístas, surrealistas, mantenida y depurada por los constructivistas con sus fotomontajes, acertadamente utilizada por Duchamp a través de sus ready mades, se prolonga hasta nuestros días. Nuestra forma de mirar es deudora de la estrategia del collage; el concepto de deconstrucción, que hoy nos es tan familiar es impensable sin aquel descubrimiento de Picasso y Braque.
La elaboración del collage, que consiste en ensamblar elementos diversos en una unidad, es una de las operaciones artísticas modernas de mayor transcendencia. El collage nos presenta una especie de suspensión de la revelación de la imagen entre las fuerzas opuestas de la simulación y la disimulación, entre la representación y la presencia. Utilizada por cubistas, futuristas, dadaístas, surrealistas, mantenida y depurada por los constructivistas con sus fotomontajes, acertadamente utilizada por Duchamp a través de sus ready mades, se prolonga hasta nuestros días. Nuestra forma de mirar es deudora de la estrategia del collage; el concepto de deconstrucción, que hoy nos es tan familiar es impensable sin aquel descubrimiento de Picasso y Braque.
John Stezaker se reveló en los ´70 como una de las figuras líderes del grupo británico de arte conceptual pero sus intereses conceptuales dieron paso a lo que podríamos llamar fascinación por la imagen fotográfica en cuanto testimonio de la “verdad”, agente de la memoria, y símbolo de la cultura moderna.
La apropiación que hace Stezaker de fotografías, así como del material impreso encontrado – lo que supone una apropiación de elementos prefabricados- , implica varias técnicas, tales como el traslado, el enmascaramiento, las reconstrucciones, las rotaciones y el uso de concordancias visuales. La yuxtaposición de diferentes fuentes en su trabajo crea nuevas relaciones compositivas y vinculaciones semióticas entre los elementos y los personajes.
La serie de trabajos 'Bridge' han evolucionado a partir de una serie de collages topográficos que comenzó en los finales de los ´80, con asociaciones e inversiones de la parte superior de paisajes urbanos a través de una rotura en diagonal para crear puentes entre ambos espacios. Estos territorios imaginarios, que desafían la gravedad, añaden una inquietante ambigüedad entre la parte de arriba y de abajo que nos proyecta al vacio.
La fuente de sus imágenes de castillos son los libros turísticos de Praga de la década de 1940 a 50, recopilados por Stezaker dado su interés por el mundo del castillo de Kafka. El ambiente de pesadilla, así como el espacio evocado por estos puentes se han vuelto más precarios y apocalípticos en los collages más recientes.
The Bridge from the Castle Series XXII 2008
Los collages “Portrait”, que él describe como “marriages”, "matrimonios "de identidades diferentes (a menudo diferentes sexos), se han transmutado en territorio para la toma de decisiones y la desintegración del personaje. Stezaker se centra en el concepto de retrato, tanto como el arte género histórico y la identidad pública, mediante ensamblajes de caras famosas de las estrellas de cine clásico, genera rostros híbridos de armonías irreconciliables, que disocian la familiaridad acostumbrada, penetrando en la región de lo siniestro y lo grotesco.
El "puente" y el "matrimonio" son metáforas Stezaker para el proceso de collage de sí mismo: una revelación de nuevos mundos, un enlace de lo separado. Pero al mismo tiempo estas operaciones de acoplamiento también revelan un desmoronamiento de las forzadas ataduras. Por eso conceptualmente se relaciona con el surrealismo, en su contexto contemporáneo, una celebración del glamur asociado al modernismo, un descreído romance, convincente y a la vez perverso.
Luis Maria Iglesia
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