Los retratos y las naturalezas de Richard Wathen han sido calificadas como obras que emulan la pintura realista, lo que sin duda nos plantea algo que ya sabíamos, que inguna forma del llamado “realismo” puede legitimarse como autoridad objetiva sobre la representación de la realidad, lo que por supuesto es extensible a obras no figurativas y a obras no concretas.
Whaten pertenece a un perfil de artista comprometido con un estilo historizado, que no histórico, que parece coquetear con el “Kitsch” e incluso con el “Camp”, en tanto enfatiza el artificio, la frivolidad, la clase media naif, la presuntuosidad y el impacto, en palabras de Susan Sontag.
Pero vayamos más lejos, más allá de las referencias estilísticas -la perspectiva aérea flamenca de “Animalia”, la afectación que parecen mostrar los personajes de “Once Removed”, que puede recordar los trabajos de Thomas Gainsborough o de Antoine Watteau, entre otras-, hay algo de siniestro en sus obras que requieren una lectura más a fondo, preadolescentes casi anoréxicos, miradas que parecen encriptadas, mascotas congeladas en los brazos de figurantes que no terminan de transmitir seguridad plena.
La técnica de pincelada modelada también parece encaminarse hacia esa dirección que nos inquieta, cuya clave está sin duda en la mancha oscura que se extiende a la derecha y por detrás del niño en “Once Removed”, un eclipse que parece ocultar algo, señal de una inquietante eliminación.
Luis María Iglesia
Hebe, 2007
Leonid, 2007
Animalia, 2006
Adair, 2006
Once Removed, 2006
Greta, 2006
Elspeth, 2008
The Maker, 2009
Llareggub 2009
The Eavesdropper, 2009
Ludo 2010
Hector 2010
Constance 2010
Aubrey 2007
Lucien, 2007
Gerda 2010
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