Posiblemente el collage represente no solo una de las técnicas contemporáneas más innovadoras relativas al tratamiento de la imagen, sino una de las formas capitales de percibir y pensar la imagen, que de forma expansiva ha caracterizado y describe otros ámbitos y formas de la creación y de la reflexión humana moderna.
El arte, la literatura, el teatro, el cine y la música contemporáneas, entre otros, son deudores de ese “constructo intelectual”, que se ha interiorizado de tal manera que sin él, sería muy difícil comprender gran parte de nuestro mundo.
El término procedo del verbo francés “coller” o pegar y nos sitúa en Francia alrededor de la segunda década del siglo XX (Picasso/Braque), cuando se formula lo que vendrá a denominarse cubismo. La potencia del hallazgo se propagará como la pólvora, futurismo, dada, surrealismo, constructivismo…
Se podría decir que el fotomontaje, con origen similar, fue el término adoptado por los dadaístas berlineses, cuyos planteamientos más radicales y cuyo rigor negativista les hizo renunciar a la legendaria figura del artista y autodenominarse “montadores”. Sus creaciones implicaban, de manera mas habitual, a la fotografía muchas veces en combinación con la tipografía impresa, un medio en el que los constructivistas rusos alcanzarán un grado de refinamiento y exquisitez histórico.
Los territorios y las pretendidas diferencias entre el collage y el montaje nos pueden conducir a una discusión vacua, los límites son tan imprecisos que entrar en ese debate no nos conducirá a nada. Determinadas opiniones expresan que el fotomontaje frente al collage origina un espacio unificado, pero sólo aportan la idea de que habitualmente el fotomontaje unifica los diferentes elementos a través de un tratamiento técnico final, la impresión fotográfica. Otras voces señalan el carácter histórico – geográfico, el collage cubista francés y el montaje dadaísta suizo y alemán. Personalmente considero que tanto el denominado collage como el fotomontaje pueden ser expresión de un espacio unificado (cercano al espacio ilusionista estable de la perspectiva) como de un espacio fragmentado (espacio variable e inestable, caótico y aleatorio) y que no se pueden sostener las diferencias apelando a un procedimiento técnico, a una especial sutileza del método empleado o de otras bagatelas.
Al término ensamblaje parece sucederle algo parecido, habitualmente es asociado al procedimiento artístico donde se genera la tridimensionalidad colocando diferentes elementos-objetos volumétricos. Es decir un collage tridimensional, pero ¿donde acaba uno y comienza el otro?, las demarcaciones entre lo virtual y lo real son difusas.
El vigor del collage, montaje, fotomontaje, ensamblaje o como quiera que lo llamemos está presente en nuestras vidas, y es sin duda una infinita fuente de inspiración para el arte y el diseño entre otros.
Como ejemplo, el excelente trabajo de Max- o -matic (Maximo Tuja), una buena muestra del collage, y de sus aplicaciones en el mundo del diseño grafico y la ilustración.
Luis María Iglesia
Más trabajos de Max-o-matic: maxomatic.net
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