Hasta hace pocos años estas obras extrañas e inquietantes de Charles Frederick Soehnée (1789-1878) eran completamente desconocidas.
Todas las acuarelas encontradas datan de
entre 1817 y 1819.
Se han encontrado cerca de siete álbumes de la época, con varios cientos
de dibujos de acuarela en un formato de aproximadamente 22 x 35 cm.
Charles Frédéric Soehnée nació el 3 de noviembre de 1789 en Landau en la
región del Rin, en el seno de una familia respetable que años más tarde
se trasladó a París, donde el joven Charles-Frédéric estudió arte.
Durante
1818 y de 1819 pintó una serie de acuarelas curiosas, llenando las
páginas de los tres cuadernos con escenas que transcurren en un paisaje
estéril en su mayoría poblado por figuras humanas cuyas caras se han
oscurecido o se alejan del observador y por un bestiario de criaturas
fantásticas.
Aunque
sus imágenes enseguida nos remiten a El Bosco, a Jacques Callot y a
Alfred Kubin, sus visiones, la técnica y los procedimientos utilizados
en su obra son únicos.
En
1822 publicó un volumen de investigaciones sobre las técnicas de la
pintura de la antigüedad, específicamente el empleo de la encáustica y
barnices.
Desarrolló y comercializó una fórmula barniz de su propiedad, que fue
probado posteriormente por una serie de artistas, entre ellos Delacroix,
y que lo convirtió en un hombre rico.
Vivió hasta una edad muy avanzada, y murió en París, en 1879. Por lo que se sabe hasta ahora, nunca pintó de nuevo.
Takeshi Teraoka
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