5.10.08

La imagen de lo femenino. Dibujo de Amelia Evangelista


Sin Título. Amelia Evangelista. 2008.

Una mujer, en acción de trepar, sobre el ángulo que forman dos enormes ramas, se asoma al horizonte en completa desnudez. Su cara girada hacia el horizonte crepuscular, explora, en una posición semejante a los felinos. Naturaleza desnuda sin maquillaje, ¿rasgo del temperamento de la especie adaptada al entorno?, ¿expresión de la condición humana en su irresistible impulso de abrir los ojos, escrutando y preguntando?

De anatomía perfecta, remplaza representaciones habituales sobre la naturaleza humana primigenia – cuerpos masculinos, a los que estamos acostumbrados-, de ahí procede ese guiño que nos inquieta, y al mismo tiempo su atractiva figura – que no erótica, pues transciende ese aspecto- nos devuelve a un ser liberado, prototipo de lo humano, que escudriña, que quiere saber.

Es el primer dibujo de Amelia Evangelista que veo, pero con sus 19 años, da testimonio de “lo femenino” de una manera declaratoria y nos induce a replantearnos, el cuerpo y la acción humana desde otro ángulo, alejado de ciertos arquetipos visuales masculinos, y de la imagen de la mujer – modelo tradicional de los pintores- como proyección del deseo masculino.

Me gustaría acompañar la imagen de Amelia de algunos escritos del maestro Leonardo Da Vinci, y de algunas imágenes que sobre la mujer ha producido la pintura, considero que juntos, pueden provocar cierto tipo de reflexiones.

Cuaderno de notas de Leonardo Da Vinci

"Como los sentidos son los auxiliares del alma

El alma se encuentra donde reside el juicio, y el juicio reside en el lugar llamado "sentido común", donde se encuentran todos los sentidos. Es aquí precisamente donde se encuentra y no en el cuerpo, como muchos han creído. Si así fuese, no hubiera sido necesario para los sentidos el encontrarse en un lugar concreto. Hubiera bastado que el ojo registrara su percepción en la superficie, en lugar de trasmitir las imágenes de los objetos al sentido común por medio de los nervios ópticos, para que el alma los hubiese captado en la superficie del ojo. (...)

De las diez funciones del ojo concernientes al pintar

La pintura abarca el total de las funciones del ojo, esto es: la oscuridad, la luz, el cuerpo, el color, la forma, la ubicación, la lejanía, la cercanía, la moción y el reposo. Mi pequeño trabajo consistirá en entrelazar todas estas funciones, recordando al pintor como tiene que imitar con su arte todos estos elementos, la obra de la naturaleza y el adorno del mundo.

El ojo

El ojo, que es la ventana del alma, es el órgano principal por el que el entendimiento puede tener la más completa y magnifica visión de las infinitas obras de la naturaleza. (...).

Estos sí que son milagros... El ojo puede reproducir y recomponer formas perdidas, agrandando las que están en el mezcladas y reducidas a un pequeño espacio. (...).

El aire está lleno de infinidad de imágenes de objetos desparramados en él. Todos estos objetos están representados en todos y todos en cada uno de ellos. Por lo tanto, si dos espejos se colocan uno frente al otro, el primero se reflejara en el segundo y el segundo en el primero. Ahora bien, el primer, al estar reflejado en el segundo, le lleva su propia imagen junto con todas las imágenes reflejadas en el, estando entre estas la imagen del segundo espejo. Así continúa de imagen a imagen hasta el infinito, de tal forma que cada espejo tiene un infinito número de espejos en él, cada uno más pequeño que el último, y uno dentro del otro. Con este ejemplo se demuestra que cada objeto es visible y, a la inversa, cada objeto es capaz de recibir en si mismo todas las imágenes de los objetos que miran hacia él. (...).

Perspectiva

La perspectiva es el freno y timón de la pintura.

La pintura se basa en la perspectiva, que no es otra cosa que un conocimiento perfecto de la función del ojo. Esta función consiste sencillamente en recibir en una pirámide las formas y colores de todos los objetos situados delante de él. Digo una pirámide porque no hay objeto tan pequeño que no sea mayor que el punto donde estas pirámides son recibidas en el ojo. Por eso, si extendemos las líneas desde los bordes de cada cuerpo cuando convergen, las llevaremos a un solo punto, y dichas líneas tienen que formar necesariamente una pirámide.

Hay tres clases de perspectiva. La primera trata de las razones de la aparente disminución de los objetos cuando se alejan del ojo; es conocida como perspectiva de la disminución. La segunda trata de la forma en que varían los colores al alejarse del ojo. La tercera y última explica como aparecerían los objetos menos precisos cuanto más lejos se encuentren. Los nombres son los siguientes: perspectiva lineal, perspectiva de color y perspectiva de desaparición. (...).

Después describiré que miembros, una vez que nace la criatura, crecen más que otros y determinare las proporciones de un niño de un año.

Describiré también el crecimiento completo del hombre y la mujer, sus proporciones, la naturaleza de su contextura, color y fisiología; como se componen de venas, tendones, músculos y huesos. (...).

Proporción

La geometría es infinita, porque toda cantidad continua es divisible hasta el infinito en una dirección o en otra. Por el contrario, la cantidad discontinua comienza en la unidad y aumenta hasta el infinito. Se ha dicho que la cantidad continua aumenta hasta el infinito y disminuye hasta el infinito. Cada parte del todo debe estar en proporción al todo. Y el mismo principio es aplicable a todos los animales y plantas. (...).

El pintor, en sus armónicas proporciones, hace reaccionar simultáneamente las partes componentes de tal manera, que pueden contemplarse al mismo tiempo junto y separado. Juntas, viendo el diseño de la composición como un todo y, por separado, viendo el diseño de sus partes componentes.

El hombre de Vitrubio. Leonardo Da Vinci

Vitrubio, el arquitecto, dice en su obra de arquitectura que las medidas del cuerpo humano están distribuidas por la naturaleza de la manera siguiente: Cuatro dedos hacen un palmo; cuatro palmos hacen un pie; seis palmos hacen un codo; cuatro codos hacen la altura de un hombre; cuatro codos hacen un paso, y veinticuatro palmos hacen un hombre. Estas medidas las uso él en los edificios.

Si abrimos las piernas hasta disminuir la altura en un cuarto y extendemos los brazos, levantándolos de tal modo que los dedos medios estén al nivel de la parte superior de la cabeza, debemos saber que el ombligo será el centro de un círculo del que los miembros extendidos tocan su circunferencia. Asimismo, el espacio entre las piernas formara un triangulo equilátero.

El espacio existente entre los brazos extendidos de un hombre es igual a su altura. La distancia que hay desde las raíces del cabello hasta el fondo de la barbilla es la decima parte de la altura de un hombre; la que hay desde el fondo de la barbilla a la coronilla de la cabeza es la octava parte de la altura de un hombre; la que hay desde la parte superior del pecho a la coronilla de la cabeza es la sexta parte del hombre; la que hay desde la parte superior del pecho a las raíces del cabello es la séptima parte de toda la altura; la que hay desde los pezones hasta la coronilla de la cabeza es la cuarta parte del hombre. El máximo de anchura de las espaldas es la cuarta parte de la altura. La distancia desde el codo hasta la punta del dedo medio es la quinta parte del hombre la que hay desde el codo hasta el final de las espaldas es la octava parte. La mano completa es la decima parte. El pene comienza en el centro del hombre. El pie es la séptima parte del hombre. La distancia que hay desde la planta del pie hasta debajo de la rodilla es la cuarta parte del hombre; la que hay desde el bajo de la rodilla hasta donde empieza el pene es la cuarta parte del hombre.

La distancia que hay entre la barbilla y la nariz y la que hay entre las cejas y el comienzo del cabello es igual a la altura del oído y es la tercera parte de la cara. La largura del pie, desde donde esta adherido a la pierna hasta la punta del dedo gordo, es como la que hay entre la parte superior de la barbilla y las raíces del cabello AB, e igual a los 5/6 de la cara.

Para cada hombre, respectivamente, la distancia AB es igual a CD.

La largura del pie desde el fin de los dedos al talón es dos veces menor que la que hay desde el talón hasta la rodilla, es decir, donde el hueso de la pierna se une al hueso del muslo.

Del movimiento humano

Cuando queramos representar un hombre moviendo algún peso pensemos que estos movimientos tienen que ser representados en diferentes direcciones. Así, un hombre puede agacharse para levantar un peso con la intención de levantarlo cuando se endereza; este es simplemente un movimiento de abajo arriba, pero puede querer también tirar algo hacia atrás, empujarlo hacia adelante o hacerlo bajar con una cuerda que pasa por una polea.

Recordemos que el peso de un hombre se arrastra en proporción a lo que el centro de su gravedad dista del de su apoyo, añadiendo a esto la fuerza ejercida por sus piernas y espina dorsal doblada cuando se endereza. (...).

El hombre y todo animal experimenta mas fatiga al levantarse que al agacharse, porque cuando se levanta soporta todo su peso y cuando se agacha lo hace con más agilidad. (...).

Hay cuatro movimientos principales en la flexión ejecutada por la articulación de la espalda, a saber: cuando el brazo adherido a ella se mueva hacia arriba, hacia abajo, hacia atrás o hacia adelante. Podríamos decir, sin embargo, que tales movimientos son infinitos, porque si volvemos la espalda a la pared y describimos una forma circular con nuestro brazo, habremos realizado todos los movimientos contenidos en la espalda. Y como quiera que todo círculo sea una cantidad continua, el movimiento del brazo habrá producido una cantidad continua. Este movimiento no produciría una cantidad continua. Este movimiento no produciría una cantidad continua si no estuviera guiado por el principio de continuidad. Por eso el movimiento de ese brazo ha estado por todas partes del circulo, y como el circulo es divisible infinitamente, las variaciones de la espalda han sido infinitas. (...)".

Maria Church


Dánae recibiendo la lluvia de oro. Tiziano. (sobre 1490-1576).

La Grand Odalisca, Jean-Auguste-Domenique Ingres. 1814.

Femme nue couchée. Gustave Courbet. 1862.

Olympia. Edouard Manet. 1863.

Smoker nº 9. Tom Wesselmann. 1973.

Jutta. John Kacere. 1973.

Prison (Venus). Jeff Koons. 2001.



3 comentarios:

  1. muy muy niño (pués finales de los setenta más o menos) dí con esta obra de Kacere en un libro de arte que había en mi casa (una de esas enciclopedías de arte tan de la epoca), ni que decir tiene lo turbado que me dejó, y las veces que ojeé ese libro en secreto.

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  2. Muy bueno, gracias por dejar copiar, me servira en mis estudios.

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  3. LES AGRADEZCO EL QUE DEJEN COPIAR, ME SERVIRÁN MÁS ADELANTE.

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