Un colectivo de jóvenes voluntarios (menores de 25 años) de apoyo a drogodependientes de la ciudad noruega de Oslo, ha realizado una sugestiva y novedosa campaña de advertencia sobre la prohibición del consumo de estupefacientes y sobre los peligros y riesgos que causan en sus usuarios.
La campaña de sensibilización de la página web aporta una excelente diseño y un pop up interactivo emergente en la segunda página, donde nos muestra los efectos causados por ciertos tipos de drogas.
Para advertir sobre los efectos nocivos de la marihuana en el cerebro, el texto explicativo se muestra borroso fusionándose con la lentitud e incapacidad de maniobra del ratón. La representación de la adicción a la cocaína se consigue a través del ritmo y el descontrol del puntero enloquecido, así experimentamos una sensación de estúpida inquietud ante una pantalla esquizoide.
En su distribución digital, atraídos por la llamada "Haga clic aquí para probar las drogas" somos arrastrados hacia la institución impactados con la respuesta: "La utilización de todas las drogas está en contra de la ley", más adelante, información y apoyo a la dirección del colectivo y el mensaje a los no-consumidores: "Piense en lo que va a decir cuando alguien le pida que pruebe la droga".
La interactividad de las advertencias sobre los peligrosos efectos de estas sustancias, datos a través de los clics, la experiencia de recepción de los mensajes de una asombrosa eficacia y al límite de la conciencia sobre una realidad, muchas veces cercana, diferencian esta campaña de otras del mismo segmento, arrebatando con desnudo realismo y mensajes directos la conciencia del usuario .
Luis María Iglesia
La campaña de sensibilización de la página web aporta una excelente diseño y un pop up interactivo emergente en la segunda página, donde nos muestra los efectos causados por ciertos tipos de drogas.
Para advertir sobre los efectos nocivos de la marihuana en el cerebro, el texto explicativo se muestra borroso fusionándose con la lentitud e incapacidad de maniobra del ratón. La representación de la adicción a la cocaína se consigue a través del ritmo y el descontrol del puntero enloquecido, así experimentamos una sensación de estúpida inquietud ante una pantalla esquizoide.
En su distribución digital, atraídos por la llamada "Haga clic aquí para probar las drogas" somos arrastrados hacia la institución impactados con la respuesta: "La utilización de todas las drogas está en contra de la ley", más adelante, información y apoyo a la dirección del colectivo y el mensaje a los no-consumidores: "Piense en lo que va a decir cuando alguien le pida que pruebe la droga".
La interactividad de las advertencias sobre los peligrosos efectos de estas sustancias, datos a través de los clics, la experiencia de recepción de los mensajes de una asombrosa eficacia y al límite de la conciencia sobre una realidad, muchas veces cercana, diferencian esta campaña de otras del mismo segmento, arrebatando con desnudo realismo y mensajes directos la conciencia del usuario .
Luis María Iglesia
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