Ya había indicios de una especial idiosincrasia en las expresiones de la inglesa Sarah Lucas desde 1992 - exposición"Penis nailed to a Board". Nacida en 1962 ha sido considerada parte del núcleo duro del “Young British Art”, junto a Damian Hirst, Tracey Emin, Angus Fairhurst y Gary Hume.
Su trabajo, que abarca la fotografía, dibujos, collage, escultura e instalaciones, juega con los clichés sociales, lingüísticos y las representaciones visuales de la sexualidad, la adscripción de género, la destrucción o la muerte.
En su obra incorpora alimentos, muebles abandonados, etc., utilizando el conocido dispositivo dadaísta del "object trouvé". Su descarada y provocadora mirada que con frecuencia aporta cualidades de un ingenio personal macabro e insolente es muy eficaz para la exploración de temas relativos a la experiencia subjetiva y colectiva.
A través de cierta mirada deconstructiva podemos apreciar en sus trabajos ciertas alusiones directas a obras de arte históricas, Sarah Lucas hace uso permanente del collage y el assemblage, o más bien de una pobre tecnología o “bricolaje posestructuralista” para evidenciar los atributos de la noción de rol, rol en tanto como comportamiento socio-político e individual, poniendo en cuestión esa categorización.
El cuerpo femenino y masculino se reduce en varias ocasiones a la categoría de simple lugar de relleno, sólo se “presentan” fragmentariamente ante un territorio libre para las asociaciones e integraciones ambivalentes.
Su obra "Bitch" (1995), está compuesta por una mesa ordinaria, vestida con una camiseta, evocando la imagen de una mujer arrodillada, la camiseta ha sido rellenada con dos melones, en el lado opuesto aparece un arenque envasado al vacío en el lugar imaginario en donde esa mujer tendría el sexo. La escena además de estar dotada de una despiadada agresividad y grosería es, sin embargo, irónica y también sutil, el “assemblage”, establece una relación de linaje surrealista en cuanto al mecanismo de relación objetual y en cuanto a al uso de materiales ordinarios con el Arte Povera. Es fácil relacionarla asimismo, con la obra del "pop" Alan Jones, obsesionada con la mirada y la fantasía sexual masculina sobre la que vierte una crítica ácida, .
Sarah Lucas nos ofrece un testimonio de un deliberado nihilismo, pero también de una liberadora falta de ilusión que amplía nuestra imaginación ante el universo objetual que nos rodea, estableciendo metafóricas asociaciones. Una mirada que muestra las contradicciones de nuestras asociaciones y nuestras estructuras de percepción. Una disección de la vida a través de la mirada artística.
Pues bien, Velasco reutiliza los materiales de Lucas para reflexionar en torno a su obra y restablece una nueva mirada hacia las relaciones domésticas entre los dos sexos, la angustiosa vacuidad del zapping.
Luis María Iglesia
Su trabajo, que abarca la fotografía, dibujos, collage, escultura e instalaciones, juega con los clichés sociales, lingüísticos y las representaciones visuales de la sexualidad, la adscripción de género, la destrucción o la muerte.
En su obra incorpora alimentos, muebles abandonados, etc., utilizando el conocido dispositivo dadaísta del "object trouvé". Su descarada y provocadora mirada que con frecuencia aporta cualidades de un ingenio personal macabro e insolente es muy eficaz para la exploración de temas relativos a la experiencia subjetiva y colectiva.
A través de cierta mirada deconstructiva podemos apreciar en sus trabajos ciertas alusiones directas a obras de arte históricas, Sarah Lucas hace uso permanente del collage y el assemblage, o más bien de una pobre tecnología o “bricolaje posestructuralista” para evidenciar los atributos de la noción de rol, rol en tanto como comportamiento socio-político e individual, poniendo en cuestión esa categorización.
El cuerpo femenino y masculino se reduce en varias ocasiones a la categoría de simple lugar de relleno, sólo se “presentan” fragmentariamente ante un territorio libre para las asociaciones e integraciones ambivalentes.
Su obra "Bitch" (1995), está compuesta por una mesa ordinaria, vestida con una camiseta, evocando la imagen de una mujer arrodillada, la camiseta ha sido rellenada con dos melones, en el lado opuesto aparece un arenque envasado al vacío en el lugar imaginario en donde esa mujer tendría el sexo. La escena además de estar dotada de una despiadada agresividad y grosería es, sin embargo, irónica y también sutil, el “assemblage”, establece una relación de linaje surrealista en cuanto al mecanismo de relación objetual y en cuanto a al uso de materiales ordinarios con el Arte Povera. Es fácil relacionarla asimismo, con la obra del "pop" Alan Jones, obsesionada con la mirada y la fantasía sexual masculina sobre la que vierte una crítica ácida, .
Sarah Lucas nos ofrece un testimonio de un deliberado nihilismo, pero también de una liberadora falta de ilusión que amplía nuestra imaginación ante el universo objetual que nos rodea, estableciendo metafóricas asociaciones. Una mirada que muestra las contradicciones de nuestras asociaciones y nuestras estructuras de percepción. Una disección de la vida a través de la mirada artística.
Pues bien, Velasco reutiliza los materiales de Lucas para reflexionar en torno a su obra y restablece una nueva mirada hacia las relaciones domésticas entre los dos sexos, la angustiosa vacuidad del zapping.
Luis María Iglesia
La obra de Allen Jones se llama "table", que es mesa. La de "chair" es otra, que es una mujer con forma de silla.
ResponderEliminarMuchas gracias Susana, por tu corrección
ResponderEliminarMuchas Gracias por tu agradable corrección y tu atención.
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