Gehard Demetz es un artista ciertamente misterioso, nació en Bolzano, Italia 1972, y vive y trabaja en las montañas de la Selva Gardena – Gröden, en el sur del Tirol, en el norte de Italia. Demetz eleva la técnica de la talla de madera – una práctica, hoy prácticamente olvidada- a la condición "material de los sueños", es decir, a la gran escultura.
A través de diferentes tratamientos: perfecta definición de la anatomía de sus rostros y extremidades, tratamiento impresionista de los demás elementos, que nos puede recordar a Rodin, y la extracción de material para explorar el vacío -desocupación del espacio como categoría de la escultura moderna- nos transporta a un territorio surrealista de carácter narrativo.
Los niños como material tradicional de fuerte carga psicológica nos interrogan, parecen fotogramas de un complejo y misterioso episodio que agitan nuestra conciencia y nuestros recuerdos. Nos observan y parecen invitarnos a torturarlos y al mismo tiempo parecen querer rendir cuentas con sus torturadores.
Con sus semblantes rabiosos y tristes se producen una serie de “reconocimientos” de nosotros mismos, de nuestro pasado, de esa infancia cruel que algunas veces nos estremeció.
Demetz con sus enigmáticas tallas nos deja indefensos, ante nuestra memoria.
Luis María IglesiaA través de diferentes tratamientos: perfecta definición de la anatomía de sus rostros y extremidades, tratamiento impresionista de los demás elementos, que nos puede recordar a Rodin, y la extracción de material para explorar el vacío -desocupación del espacio como categoría de la escultura moderna- nos transporta a un territorio surrealista de carácter narrativo.
Los niños como material tradicional de fuerte carga psicológica nos interrogan, parecen fotogramas de un complejo y misterioso episodio que agitan nuestra conciencia y nuestros recuerdos. Nos observan y parecen invitarnos a torturarlos y al mismo tiempo parecen querer rendir cuentas con sus torturadores.
Con sus semblantes rabiosos y tristes se producen una serie de “reconocimientos” de nosotros mismos, de nuestro pasado, de esa infancia cruel que algunas veces nos estremeció.
Demetz con sus enigmáticas tallas nos deja indefensos, ante nuestra memoria.
Gehard Demetz
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario