27.12.19

Stanislaw Szukalski, ¿Visionario o loco?

Considerado por muchos como un visionario, estuvo olvidado durante un largo periodo de tiempo de la escena artística. Venerado como un genio por algunos, para otros no fue sino un artista perturbado con un descomunal ego. “Nunca me llamaron de otra manera que no fuera genio”. “Si quieres crear cosas nuevas en este mundo nunca escuches a nadie. Tienes que mamar tu sabiduría, todo el conocimiento de tu pulgar”. “El arte no es perfecto. El arte debe ser exagerado. Debe doblarse hasta que se quiebre”. 

Szukalski permanentemente estuvo angustiado por la sensación de ser víctima de un terrible quebranto hacia su persona, dado que su talento fue subestimado. Sintió esa aflicción a lo largo de su vida, señalando la falta de oportunidades para crear y consolidar su carrera personal. A lo largo de su vida vivió en una batalla indisoluble contra si mismo, contra el sentimiento de asunción de que tras su muerte sus logros se perderían, así como la materialización de sus proyectos monumentales. 





















Quienes lo conocieron coinciden en que no había arte que realmente le gustara, únicamente el suyo, y que según sus propias palabras afirmaba que era el mayor enemigo de sí mismo. Creador de una extravagante pseudociencia, el zermatismo. Compilada en una obra de 39 volúmenes, sostiene que toda cultura humana emanó de la Isla de Pascua después de la inundación que destruyó a todos los seres vivos, excepto aquellos que subieron en el arca de Noé. El zermatismo mantiene que todos los lenguajes derivan de una única fuente (la Protong) y que todo el arte es una variación de unos pocos temas que se pueden destilar a una sola cadena de símbolos universales. El zermatismo declara que las diferencias entre razas y culturas se debe a la hibridación de especies. Los primeros seres humanos fueron casi perfectos, pero se aparearon con el Yeti obteniendo resultados terribles los “Yetinsyny”. 

Pero es que en Szukalski, participaban de forma convulsa una propiacepción de su indudable talento activado por un enérgico ego y una aterradora situación política e histórica. La independencia de Polonia, su exilio a los EE. UU., la querella contra el gobierno comunista polaco por el regreso de sus obras supervivientes y las generadas durante su periodo en Los Ángeles. 











Stanislaw Szukalski nace en Warta en 1893. En aquel momento Warta formaba parte de Prusia. Antes lo fue de la Federación Lituano-Polaca. Más tarde sería rusa, intermitentemente soviética, finalmente polaca. Pero Stanislaw se sentía intensamente y fervientemente polaco. Abogaba por la creación de una nueva Federación “Neuropa” que recordase aquella de Polonia y Lituania que imaginaba como una Edad Dorada. Una legendaria Arcadia cuyas tradiciones y cosmogonía permanentemente reinventada era fuente de su arte. 

Su familia emigró a los Estados Unidos y se estableció en Chicago en 1907. Szukalski hizo varios viajes de regreso a Polonia, el primero en 1910 para estudiar en la Academia de Bellas Artes de Cracovia. Regresó a Chicago en 1913 y se convirtió en un destacado catalizador en la comunidad artística, el denominado “Renacimiento de Chicago”. En noviembre de 1914, exhibió siete de sus esculturas en la Exposición Anual de “American Oil Paintings and Sculpture” en el The Art Institute of Chicago, como una en el Progressive Arts Club of Vancouver en 1919, etc. 

En los años 20, periodo que regresó a Polonia fue líder del grupo de excéntricos artistas que se hacían llamar “Szczep rogate serce" (1929-36) o “Tribu del Corazón con Cuernos”, una ideología peculiar que combinaba el culto a la juventud y la acción, el anticlericalismo con una tendencia neopagana y el nacionalismo biológico radicalmente eslavo. 

En 1936 Szukalski fue invitado a volver a Polonia donde era respetado como un fecundo nacionalista, para realizar una serie de monumentos para ensalzar la identidad polaca y, así, mostrar mensajes combativos ante una Alemania y una Italia que se sumergían en el absolutismo y el militarismo. Con el apoyo financiero del Ministro de Hacienda ejecutó varias esculturas, principalmente el monumento de Bolesław Chrobry, y decoró la fachada del Museo de Silesia en Katowice , así como un edificio del gobierno local en esa ciudad. Polonia declaró a Szukalski el mejor artista vivo del país. El gobierno le dotó de un magnífico estudio, y estableció el Museo Nacional Szukalski. Abarcaba muchas de sus intrincadas pinturas y monumentales esculturas, trascendentales por sus dramáticas imágenes mitológicas; Szukalski había llevado gran parte de su trabajo con él a Polonia. 












También fue contactado por el canciller alemán Joschka Fischer del gobierno alemán para invitarlo a realizar obras dedicadas a Adolf Hitler y Hermann Göring, cuando estos personajes todavía no estaban mal vistos en Europa. Se sabe que trabajó en algunos bocetos con este cometido, mientras que pudo confeccionar una escultura dedicada a Benito Mussolini llamada “Remussolini”, que mostraba al tirano estilizado como un mítico lobo romano con una de las manos extendidas a manera del saludo fascista. En esta época también publicó su única obra literaria, un poema épico en honor al el legendario príncipe polaco llamado Krak en el que incluyó algunos pronunciamientos antisemitas que quizás no estaban tan mal vistos en una época en la que comenzaron a proliferar las posturas más intolerantes de extrema derecha, permitidas por el gobierno totalitario polaco. 

El bombardeo nazi de Varsovia y Cracovia destruyó gran parte de su trabajo. Huyó a Los Ángeles en 1939 y vivió su vida en la oscuridad mientras mantenía una prolífica producción de esculturas, medallones y unos 14,000 dibujos glosando una peculiar reintrepretación de la Historia Universal. Durante este oscuro periodo sus principales proyectos fueron Prometeo (1943), diseñado para París en homenaje a los partidarios franceses, El gallo de la Galia (1960), una estructura gigantesca y compleja que pretendía que los Estados Unidos le ofrecieran a Francia en correspondencia a la Estatua de la Libertad, Katyn (1979), un monumento para conmemorar la muerte de más de 20,000 oficiales e intelectuales polacos asesinados por los soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial, y un monumento destinado a la ciudad de Venecia (1982), del papa polaco Juan Pablo II. Ninguno de estos proyectos fueron materializados. 

Con el nuevo milenio y después de su muerte, hace 32 años, se revisa su vida y obra. En el año 2000 se organizó una muestra retrospectiva patrocinada por Leonardo DiCaprio, titulada " Struggle" en el Laguna Art Museum de Los Ángeles, “The Church of the SubGenius” incorpora los elementos Yetinsynystas del zermatismo y la banda de rock “Tool”, recomienda su trabajo. 

Las obras de Szukalski están en exhibición permanente en el Museo Polaco de América en Chicago. Además de la retrospectiva de Laguna Beach, su trabajo se ha exhibido en "The Self-Born" en Varnish Fine Art, San Francisco, en 2005, y "Mantong and Protong", donde Szukalski se pone en relación con otro polémico escritor y artista, Richard Sharpe Shaver, en el Pasadena City College en 2009. 

Ahora de nuevo irrumpe en escena tras la producción del documental “Struggle: The Life and Lost Art of Szukalski” de 2018, producido en Netflix por su reconocido admirador Leonardo DiCaprio y disponible desde el 21 de diciembre de 2018.

Luis Mª Iglesia



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